Hay momentos en los que una intervención para eliminar la varices puede ser la mejor opción. En principio, las varices pueden ocasionar molestias o pequeños inconvenientes, pero podemos seguir con nuestra vida. Otras veces los problemas de las varices no están asociados a dolores o molestias, sino que son más bien estéticos. Por ejemplo, la aparición de las llamadas arañas vasculares afea la apariencia de las piernas.
Lo importante es que hay opciones para decir adiós a las varices. Antes de tomar cualquier decisión hay que acudir a un experto que estudie y analice tu caso. A partir de ahí, te explicarán cuál es la mejor opción.
En el caso de que te aconsejen una operación no tengas miedo. Es cierto, que la mera palabra ya impone por los riesgos y complicaciones que pueden derivarse de ella. Pero actualmente las técnicas y los métodos han evolucionado mucho y los riesgos se han minimizado mucho a la par que los resultados han mejorado.
Una de las técnicas de intervención para los problemas de varices es la esclerosis con microespuma. Es una operación que se realiza sin anestesia, por lo tanto ya nos indica que no es dolorosa. Se realiza de manera ambulatoria y, pasado un tiempo prudencial después de la intervención, el paciente regresa por su propio pie a su domicilio.
En la esclerosis con microespuma lo que se hace es inyectar una sustancia específica en el trayecto de vena que presenta problemas para realizar el retorno de la sangre al corazón. La microespuma consigue desfuncionalizar el tramo de vena enferma.
Este proceso puede durar alrededor de unos 45 minutos o una hora. Durante este tiempo el paciente no siente dolores, tan solo el dolor de un pinchazo como el que sentimos cuando nos hacen un análisis de sangre.
Al no haber cortes, ni puntos, ni cicatrices que cuidar el postoperatorio no presenta complicaciones y la vuelta a la normalidad es prácticamente inmediata. Eso sí, sin varices.